Cuando uno necesita huir y desconectar puede
encontrar lugares en que parece que la vida se para. Cerca de Barcelona junto a
la montaña del Tibidabo, se encuentra este hotel de cinco estrellas, el Gran
Hotel La Florida.
El edificio responde a los sueños que un día
tuvo el Dr.Andreu empeñado en hacer de su hotel el mejor de Barcelona en 1924.
Aunque este sueño llegó a materializarse, el estallido de la Guerra Civil lo
acabó convirtiendo en un hospital militar y no sería hasta mucho después que
recuperaría su función original y se convertiría en uno de los predilectos de
la aristocracia catalana.
Por sus habitaciones han pasado figuras de
gran renombre y nobleza, aunque en 1979 el paso del tiempo le obligó a cerrar
para recuperarse en 2001.
Cabe destacar las grandes vistas sobre la
ciudad de Barcelona y el gran espacio dedicado al baño y la terraza del que
disponen sus habitaciones. Por otro lado, posee un spa pero con pocas
instalaciones: piscina, sauna y jacuzzi, aunque de su unión con l’Occitane se
puede disfrutar de tratamientos específicos. El personal es muy amable y hacen pasar
la espera para el check in con una copa de cava. El buffet adecuado pero sin
ser desbordante. El hotel con encanto, combinando el extraño encuentro entre un
pasado grandioso y un intento de adaptarse a los tiempos modernos.
Para aquellos que necesiten recordar que a
dos pasos de la ciudad existen lugares para encontrarse a sí mismo.
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