Empecemos…
No todo
el mundo tiene vacaciones en agosto, a veces irremediablemente hay que volver a
la rutina y eso muchas veces lleva a la ya tan renombrada “depresión
postvacacional”. Los aires de libertad que se respiraban tan sólo hace unos
meses se dan por finalizados y vuelven todas nuestras obligaciones y
responsabilidades, e incluso aquellos problemas laborales que provisionalmente
habíamos dejado atrás.
Para
evitar, que esta “vuelta a la realidad” sea excesivamente dura, los psicólogos recomiendan
encarecidamente tratar de hacer pequeñas escapadas de fin de semana que rompan
con la rutina y que hagan que el impacto se amortigüe.
No soy
muy partidaria de tratar de visitar 10 sitios en un día, yendo a contrareloj, y
queriéndolo ver todo, absolutamente todo. No, más bien, me gusta tomarme las
cosas con calma, reposarlas y pensar que lo que no haya visitado es una excusa
para volver otra vez, por eso no suelo hacer esfuerzos como levantarme a las
seis de la mañana para llegar a tal sitio o a tal otro (a excepción de que
tenga que coger un avión, por supuesto). Me gusta saborear las cosas poco a
poco, por eso mis propuestas son a cuentagotas, moderadas, suficientes, ideales
para una tarde aburrida de domingo, en la que la excusa perfecta es salir al
aire libre.
Este jardín fue creado por Carl Faust, un botánico
alemán, que a sus 50 años dejo su actividad empresarial en Barcelona y se dedicó
de pleno al diseño y la construcción de este jardín con la idea de que se convirtiera
en la Estación Internacional de Biología Mediterránea.
Se sitúa en Blanes, en la comarca de La Selva. A 1 hora y 15 minutos de
Barcelona por la AP-7.
La entrada
cuesta 6.50 € por persona, aunque esos euros se pueden multiplicar si luego:
accedes a llevarte la fotografía que te hacen con un loro a la entrada del
primer jardín (hacen fotografía individual, de grupo y ceniceros con tu foto,
cada objeto a 7 €), se te ocurre comprar unos cuantos cactus (a 1 € el más
pequeño) y llevarte un imán de recuerdo (3€).
El
horario en: abril, mayo y octubre es de 9:00 a 18:00, los meses de verano:
junio, julio, agosto y septiembre, se amplia de 9:00 a 20:00. En invierno la
apertura es de 10:00-17:00 (noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo). Y 25
y 26 de diciembre, junto con el 1 y el 6 de enero el jardín está cerrado.
Está
formado por tres jardines a la vez, el primero con plantas típicas de las zonas
áridas de América y África. En esta zona se pasa por una pérgola que permite
obtener algo de sombra.
En el
segundo jardín destaca el palmeral y también un pequeño bosque de bambú.
Y en el
tercer jardín, ya más mediterráneo, se puede ver un pequeño estanque y observar
el mar desde el acantilado.
Es un
paisaje realmente bonito, con diversos miradores donde pararse a descansar. Las
flores abundan y la brisa del mar resulta muy placentera.
A parte
de la visita, el jardín es usado como el marco ideal para conciertos y eventos
en lo que llaman: “Les nits de marimurtra”, desde luego no dudo que
independientemente de la calidad de los artistas cualquiera quedará encantado
por el lugar.
¡Así
que nada de aburriros, coger el coche y lanzaros a la aventura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario